sábado, 16 de julio de 2011

La Maldición de Ondina

La Ondina es una ninfa acuática de la mitología germánica. Viene a ser el equivalente de las Náyades, de la mitología griega. Era de belleza asombrosa y, al igual que todas las ninfas, inmortal. Una de las únicas amenazas para su felicidad sin límites es enamorarse de un mortal y quedarse embarazada de él. Si eso sucediera, la ninfa perdería su don de vida eterna.

Aquí Ondina retozando en la fuente


Aquí, sacada de la Wikipedia, la leyenda de Ondina.

"Ondina se enamoró de un brillante caballero llamado Sir Lawrence y pronto se casaron. Cuando se dieron los votos, Lawrence dijo: "Hasta el último aliento que salga de mi boca será ofrenda de mi amor y fidelidad a ti". Se fueron a vivir a un fabuloso castillo. Al año de estar casados felizmente, Ondina dio a luz al hijo de Sir Lawrence... A partir de aquel momento, la ninfa empezó a envejecer. Poco a poco su belleza espléndida fue desapareciendo, y el interés de Sir Lawrence por ella... también.

Una tarde, Ondina estaba paseando cerca de los establos y oyó los familiares ronquidos de Sir Lawrence. Al entrar, vio a su marido dormido en los brazos de otra mujer, joven y hermosa. Y entonces le señaló furiosa y el hombre, al ser golpeado por la punta del dedo de ella, lo sintió como una terrible patada. La ninfa, convertida en furia, le maldijo con las siguientes palabras:

"Tú me prometiste que hasta el último aliento que saliera de tu boca sería para mí, y yo acepté tu voto. Entonces que así sea. Todo el tiempo que permanezcas despierto tu aliento te pertenecerá, pero si alguna vez te duermes... tu aliento me pertenecerá y tú morirás".

El caballero hizo de todo para mantenerse despierto, la idea de morir le quitaba el sueño, y así aguantó muchos días, cada vez más torpe y cansado. Al final, decidió acostarse con su amante una última vez, y a ella sí le prometió que hasta él último aliento que la vida le dejara sería para ella. Y cumplió su palabra.

El sueño de la Ondina, su maldición, es la muerte de los que traicionan sus promesas de amor."

Que bonito, ¿verdad? Bueno, en verdad no es bonito, es un crimen pasional de libro, pero la mitología es muy dada a esto.
Lo curioso de la historia es que hay gente que sufre el mismo trastorno que el infiel Sir Lawrence, y sin engañar a sus parejas (no necesariamente).
Los románticos llaman a la enfermedad "Maldición de Ondina", pero los médicos, que en cuestiones de trabajo son muy poco románticos (dos palabras, tacto rectal), la llaman síndrome de hipoventilación central congénita idiopático.
Dicho rápido, los pacientes tienen "desactivado" el reflejo respiratorio, localizado en el bulbo.

Centros de control respiratorio señalados con puntos gordos


Esto puede darse por traumatismos, o por alguna otra causa física que destruya ese centro respiratorio bulbar. En este caso, parece ser que está causado por un fallo en los receptores respiratorios (del que no se conoce la procedencia, parece que hay algunos genes implicados, pero no hay nada concluyente). Estos receptores miden la PO2 (presión parcial de O2) y la PCO2 (presión parcial de CO2), detectando, respectivamente, la hipoxia (falta de oxígeno) y la hipercapnia (exceso de dióxido de carbono). Al captar alguno de estos estados, estos receptores mandan la información al centro respiratorio bulbar que manda a su vez al sistema respiratorio la orden de aumentar la ventilación pulmonar. Esto se produce ya estés despierto o dormido, y es la causa de que nadie pueda suicidarse usando el sistema de "¡Pues ahora no respiro!".



Sin embargo, si esos receptores no funcionan, el cerebro no tiene medios para saber cuando falta aire, y no es capaz de mantener la ventilación pulmonar. Se necesita del deseo consciente del paciente para tenerla funcionando, por lo que no pueden respirar mientras duermen. Sin tratamiento, como dicen en los Simpson:



En los casos más extremos, hay problemas también durante la vigilia, por no poder detectar los cambios en la demanda de oxígeno.

No hay tratamiento, sólo se pueden paliar los síntomas durante la noche aplicando al paciente respiración asistida, mediante el ventilador de presión positiva o el pulmón de acero (artilugio heavy donde los haya, según Wikipedia hay una versión del mismo que se pone como una coraza, lo que lo hace doblemente heavy).

Para los frikis curiosos, no, no sé si el respirador de Darth Vader sigue el mismo sistema.

En definitiva, una enfermedad rara (por suerte) y terrible (por desgracia) que parece sacada de la mente del Jigsaw más cabrón.

2 comentarios:

  1. *o* Precioso *///* ¿Dónde se puede aprender a manipular la fuerza así? Cuidado, las sirenas algún día poblarán la tierra.

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  2. Sí, pero las sirenas sólo serán la infantería. Los delfines son los que dirigen el cotarro. Son la voz cantante, no hay más que oírlos xD.

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