domingo, 11 de marzo de 2012

Mi serie favorita

Imagina que eres una chica joven y curiosa. Que te gustan las antigüedades y la fotografía. Que decides colarte de noche en un caserón abandonado de tu barrio con tu cámara, preparada para capturar imágenes nunca antes atrapadas. Que en una pared de la casa, cubierta con papel pintado, encuentras lo que parece ser una letra pintada, tal que así.

Que quitas el papel y la pintada dice: "Cuidado con el ángel llorón. Oh, y ¡agáchate! Oh, en serio, ¡agáchate! ___________, ¡agáchate, ahora!" Que en la línea que he escrito aparece tu nombre completo. Que, medio por la pintada medio por instinto te agachas, y gracias a eso esquivas una piedra que entra por la ventana y te iba a dar en la cabeza. Que miras por la ventana y sólo encuentras un jardín normal con una estatua.



Que sigues quitando papel pintado y debajo pone: "Con amor, El Doctor (1969)"

¿Crees que te picaría el gusanillo por saber qué demonios acaba de pasar? ¿Si fueras esa chica? Y teniendo en cuenta que no eres esa chica, ¿no sientes curiosidad por saberlo de todos modos?

Pues la respuesta son dos palabras: Doctor Who.

Lo que acabo de contar son los primeros 2 minutos de uno de los mejores capítulos de las new series de Doctor Who. En concreto el capítulo número 10 de la tercera temporada, llamado "Blink" (Pestañeo en castellano).

Yo no entiendo nada de producción de series, pero salta a la vista que el presupuesto usado al grabar este capítulo es mínimo. Casi ningún efecto especial, unos cuantos actores y un poco de atrezzo. Y acabo de decir que es uno de los mejores de la serie.

¿Cómo se consigue esto? Con un guión. Con un buen guión. Con un excelente guión. Y eso es lo que tiene este capítulo y lo que te vas a encontrar en esta serie. Unas historias contadas de un modo que roza la perfección y no te tratan como si fueras gilipollas. No te salpican la cara con cliffhangers que al ver el capítulo final resultan ser un macguffin gigante y por tanto no tenían sentido. Aquí todo tiene sentido. Y si no lo tiene es que más adelante lo tendrá, o que no lo has sabido encontrar.

Es una serie de aventuras. Es una serie de ciencia ficción. Es una serie de personajes. Es una serie histórica. Es LA serie.

Al basarse en buenos guiones, me atrevo a decir que si ni te gusta leer ni te gusta la ciencia ficción no te va a gustar la serie. Si te gusta la ciencia ficción pero no quieres libros ni en pintura, seguro que has visto bastantes películas del género en las que lo principal no eran los efectos especiales (bueno, sí que lo eran, pero eran nefastos) y te han encantado, por lo que amarás la serie. Por otra parte, si las naves espaciales y los botones de colores no son lo tuyo pero disfrutas de una buena historia escrita, quizás tardes un poco, pero terminarás también amando la serie. Piensa en algún libro que en un principio no te gustara por temática (por ser de fantasía, de ciencia ficción, de aventuras, de la masturbación del macaco pirenaico, etc) y su genial historia te haya terminado encandilando. Pues con Doctor Who pasa lo mismo.

Si te gusta leer y te gusta la ciencia ficción, puede ser que se convierta en tu serie favorita. Como es mi caso.

También hay que decir que estos buenos guiones se basan en un genial material de salida. El universo de Doctor Who es tan vasto, tan inmensamente enorme y rico, que los guionistas tienen libertad para inventarse lo que quieran. Cualquier cosa, por rara, bizarra, o extraña que sea, tiene cabida en él, y no desentona. Y si añades a esta ecuación los viajes en el tiempo que son parte principal de la serie, las posibilidades tienden al infinito. La cantidad de tramas realistas que puedes tejer si tu serie está ambientada en la actual Nueva York del mundo real tiene un límite, que no debes sobrepasar porque si no tus televidentes se sentirán como gilipollas (y recordemos que partimos de que no lo son).

Todo esto entronca con el motor que mueve la serie, que no es otra cosa que lo que le da nombre, el Doctor. Así es como el personaje se hace llamar, el Doctor, provocando que la mayoría de gente responda "Doctor who?" (¿Qué/quién doctor?), y de ahí el nombre de la serie.

El Doctor es un extraterrestre, un Señor del Tiempo. No es un título, es el nombre de su raza. Viaja a través del tiempo y el espacio en la TARDIS (siglas de Time And Relative Dimensions In Space), una nave espacial con forma de cabina de teléfono policial de madera azul de los años 60. Es más grande por dentro que por fuera (es un rasgo típico de la tecnología de los Señores del Tiempo). Al Doctor le gusta llevar acompañantes en sus viajes. Los acompañantes principales (por así decirlo) suelen ser chicas jóvenes y atractivas, lo que durante toda la duración de la serie (y eso es mucha duración) ha hecho que se alcen las voces criticonas tachando de sexista a la serie. Nada más lejos de la realidad, se ve perfectamente que la principal característica por la que son reclutadas son sus habilidades mentales. No tienen que ser cerebritos, pero una buena agilidad mental, curiosidad y afán de aventura son cualidades que gustan al Doctor. Y entre las distintas razas que pueblan el universo de Doctor Who estas cualidades son bastante abundantes entre los humanos, una de las razas preferidas del Doctor. Aunque sabe que somos capaces de lo mejor y de lo peor, no deja de remarcar lo maravillosos que somos cuando nos comportamos de forma humana, en todos los sentidos de la palabra. Ésta es la razón de que teniendo una máquina que viaja a través del tiempo y el espacio vaya tantas veces al planeta Tierra. Lo de la predilección por Londres ya es otra cosa (y oye, Manhattan ya está muy visto).

El Doctor es un personaje que odia la violencia. No porta armas con él, y el medio con el que se libra de los problemas es la inteligencia (junto con sus gadgets). Si tenemos en cuenta que en Inglaterra Doctor Who es la serie familiar por excelencia (yo siempre digo que ellos tienen Doctor Who, nosotros tenemos Los Serrano), me parece un referente perfecto a seguir por los niños ingleses (la curiosidad, el rechazo a la violencia, ensalzar la inteligencia y el amor a todas las razas por igual (vale, a casi todas) me parece una enseñanza muchísimo más beneficiosa que tirarte a tu hermanastra). Este odio a la violencia y amor por la vida se traduce en varias cosas. Si hay gente/cosas/bichos queriendo joder a otras, el Doctor intentará detenerlas. No matándolas, si no salvándolas. Dándoles una oportunidad de redimirse. Si no aceptan el trato, se vuelve implacable, destruyéndolos del modo que sea. En varias ocasiones son sus actuales acompañantes los que tienen que pararlo, puesto que tiende a pasarse.

A la vez amado, a la vez odiado. A la vez admirado, a la vez temido. A la vez alegre, a la vez triste. Un personaje que en unas pocas ojeadas parece muy plano y siempre igual, alegre, alocado y curioso, se demuestra con el tiempo que tiene muchas capas, y que los más de 900 años que tiene pesan, y mucho.

Y detrás de un gran héroe hay siempre un gran villano. Muchos grandes villanos en este caso. Lo que más mola de los villanos de Doctor Who es que todos tienen razón de ser. Aunque hay "simples" psicópatas que quieren destrozarlo todo porque sí, los hay que tienen una razón para hacerlo (que no significa que sea justificable, en ningún caso, si no que ellos ven una razón perfectamente clara). También los hay que están intentando alcanzar algún fin lógico, y les importa una mierda espacial lo que tengan que hacer para conseguirlo. Otro de los ejemplos del poder que tienen los guiones de esta serie es que si sin saber nada de ella te enseñan una imagen de uno de los enemigos más peligrosos del Doctor no puedes más que reírte. Parecen ridículos. Y es verlos un par de veces en la serie y ya se te crispan los nervios nada más oírlos.

A los que les gusten las ñoñerías, aquí también tienen, y de las gordas. Las relaciones del Doctor con sus companions son a la vez preciosas y tristes. Y justificadas. Porque puedo entender perfectamente que todas empiecen como empiezan y terminen como terminan. Smart is the new sexy, al menos en la tele.

Volvamos al principio de todo este escrito. "Blink", el 3x10. Es un buen capítulo para mostrar a los incrédulos que no ven la serie porque no creen que sea buena. Es un poco paradójico porque el Doctor tiene un papel pequeño en el capítulo, el peso de la trama recae en otros personajes, pero es un ejemplo perfecto de como crear una historia con viajes en el tiempo, hacerla interesante y dejarla completamente cerrada. Por otra parte, si alguien está decidido a verla, ya sea por recomendación de amigos o porque esta parrafada mía le ha estimulado la curiosidad (que si lo ha hecho, estaré tremendamente orgulloso), puede hacerlo perfectamente empezando por el primer episodio de las new series de 2005. ¿New series? ¿Qué dice este hombre? Pues resulta que Doctor Who es una de las series más longevas que existen. En 1963 se emitió el primer episodio, y de ahí estuvieron en antena hasta 1989. En 1996 se hizo una película intentando americanizar el personaje pero por suerte no cuajó. En 2005 unos guionistas (que eran unos frikis de Doctor Who y crecieron con él, de hecho el actual guionista principal, Steven Moffat, es hijo de uno de los guionistas originales, de ahí su agradecido frikismo) consiguieron relanzar el producto, tímidamente al principio, pero como tuvo una acogida impresionante siguieron adelante, y ahora están grabando la temporada número 7 (de las actuales, las new series). En total son 32 temporadas (26 en el periodo antiguo, más las 6 actuales, sin contar la 7 que se está grabando).

Y diréis, sí, mucha TARDIS y todo lo que quieras, pero desde 1963 el Doctor tiene que estar ya un poco oxidado. Es otra de las facetas que hacen a la serie tan peculiar. En principio ideado como un método de seguir grabando aunque el actor principal se fuera, ahora es otro de los motores de la serie. Si estáis leyendo el artículo entero, veréis que he dicho que el Doctor tiene más de 900 años. Pues bien, resulta que los Señores del Tiempo tienen un pequeño truco para engañar a la muerte. Cuando les llega el fin, en vez de morir como todo hijo de vecino, se regeneran. Entran en un proceso por el cual cambian cada célula de su cuerpo, obteniendo uno completamente nuevo. Éste cuerpo da una distinta personalidad al Doctor, y se comporta obviamente de manera un poco distinta, pero sigue siendo el mismo en el fondo. De 1963 a 1989 se cuentan las historias de los doctores 1 al 7. La película de 1996 cuenta la regeneración del 7 al 8. En las actuales van del 9 al 11, que es el que está actualmente. Como dato, decir que un Señor del Tiempo tiene "sólo" 13 regeneraciones.

Pero volvamos a hace párrafo y medio, al primer episodio de las new series. Hay gente que opina que es un mal episodio, y que puede hacer que la gente que lo vea crea que no le va a gustar el resto de la serie (de ahí que recomienden Blink para todo el que empieza). Yo opino todo lo contrario. Los villanos del episodio son harto peculiares, y van a resultar chocantes comparados con cualquier otro villano de series o películas, pero el episodio da pequeñas pistas sobre el personaje del Doctor que hace que quieras seguir viendo más y más. Y cuando esas pistas y enigmas sobre el Doctor son resueltos, no dejas la serie. Ya estás enganchado, y amarás al Doctor sobre todas las cosas. Por eso, si alguien ya está decidido a ver la serie, mejor que empiece por el episodio 1x01, "Rose". Además, en "Blink", las apariciones del Doctor son más impactantes si ya conoces al personaje de antes.

Por otra parte, dentro del universo de la serie han salido lo que se conoce como spin-offs. Son series que dentro de la ambientación de la serie madre, cuentan las historias de otros personajes. Son dos, Torchwood y The Sarah Jane Adventures. Ya he dicho que Doctor Who es una serie familiar. Pues bien, Torchwood sigue el trasfondo de la serie madre contando historias distintas y de un modo adulto que se desmarca en este sentido de Doctor Who. The Sarah Jane Adventures está pensada para los más jóvenes, aunque tiene momentos geniales también. Son buenas series aunque para mi gusto les falta lo más importante, y ese es el Doctor. Siguen teniendo buenos guiones (quizá no tan rozando la perfección) pero les falta ese detalle. Aunque por supuesto los personajes de las 3 series hacen sus cameos en las otras, y detalles que no se explican en Doctor Who son explicados en estos spin-offs, así que su visión es totalmente recomendable.

Otro tema a tratar es el doblaje. El doblaje al español es una basura. Punto. Mata el carácter rematadamente inglés de la serie, sus acentos (que antes de que me saltéis a la yugular con que todo el universo habla en inglés, ese detalle tiene explicación coherente dentro de la serie), las voces de los distintos Doctores (que es genial escucharle hablar y divagar sobre cualquier cosa), y las voces de los villanos. Hay unos en concreto que tienen una voz extremadamente peculiar, geniales en la versión original, y que en el doblaje a español son sólo una voz grave con sonido de pulsar botones de fondo. No os voy a poner vídeo de eso porque sería muy spoileroso, pero os dejo estos vídeos del Décimo Doctor explicando a un humano lo que es el tiempo. Además de los juegos de palabras perdidos, las distintas expresiones que usan los personajes que pierden fuerza en el doblaje...


 

En fin, que es una serie totalmente recomendable, que es mi serie favorita y que si sigo puedo tirarme aquí horas y horas hablando, así que de momento me callo.

1 comentario:

  1. Manu pedazo de articulo, siempre he dicho que doctor who tiene las premisas suficientes como para hacer en cada capitulo lo que quieran, ademas de ser un universo lo suficientemente bizarro como para que cualquier cosa sea posible, una frase que suelo decir, en el universo whovian es el unico donde podras salvar el mundo con un yogurt caducado

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